domingo, 8 de mayo de 2011

GALERIA NACIONAL DE BERLIN

GALERIA NACIONAL DE ARTE MODERNO DE BERLIN
ARQUITECTO: Ludwig Mies van der Rohe
LUGAR: Alemania, Berlín
FECHA: 1968

Este edificio es la última obra del arquitecto Mies van der Rohe, quien falleció poco antes de su inauguración, y la primera que realizó en Berlín, su ciudad natal.

Esta obra supuso una nueva manera de pensar y entender un museo, alejándose del edificio cerrado compuesto por muchas salas temáticas, para generar un gran espacio libre, vidriado, permeable y versátil.

Aquí se hacen claramente patentes y legibles los postulados y manera de trabajar del arquitecto, donde el concepto de “menos es más” cobra absoluto sentido. Junto al Pabellón alemán de la Exposición Universal de Barcelona, es considerado uno de los principales ejemplos de la abstracción estructural del Estilo Internacional. Es una de las muestras más representativas y refinadas de la búsqueda de la elegancia mediante la simplicidad conceptual y constructiva.

Mies era inflexible en su búsqueda de esta perfección. Cuando el espacio infinitamente flexible entre las fachadas vidriadas resultó ser inadecuado para exhibir arte, la respuesta sin complejos del arquitecto fue la siguiente: “Es un pasillo tan enorme que por supuesto significa grandes dificultades para la exhibición del arte. Soy plenamente consciente de eso. Pero tiene tal potencial que no puedo tomar en cuenta simplemente esas dificultades.”

Mies también rechazó la petición de la Galería Nacional de extender la zona subterránea del edificio porque la ampliación (invisible por encontrarse bajo tierra) habría comprometido las proporciones cúbicas perfectas del edificio.

El edifico se ubica en una posición central y muy accesible en Berlín, formando parte del área llamada Kulturforum, al sur del Tiergarten y al oeste de Postdamer Platz, al lado de la Filarmónica.

El edificio se lee como una caja de acero y vidrio que se levanta sobre un zócalo de piedra, generado por la diferencia de niveles de la calle.

Se trata de una estructura de acero, rigurosamente geométrica, donde el módulo rige todo el edificio como principio ordenador, desde su escala general, al más mínimo detalle: cubierta, pilares, cerramiento. A pesar de esto no se presenta como un edificio rígido, sino que es absolutamente flexible.

Se encuentra distribuido en dos plantas de exposición: una planta enterrada que forma el zócalo, y una planta alta que constituye el pabellón transparente, totalmente libre, que se apoya en ocho columnas y deja abiertas las cuatro esquinas, con lo que el edificio se percibe como algo liviano. Se hace clara aquí una estricta separación entre la estructura envolvente y los elementos definidores del espacio, ya que el cerramiento se encuentra retirado del límite de la cubierta y la línea de columnas, creando una galería alrededor del pabellón. Visualmente, es prácticamente una explanada cubierta.

El pabellón se levanta sobre un basamento que forma un zócalo o plataforma. Se encuentra al nivel de la calle y es totalmente libre, sólo interrumpido por dos núcleos de comunicación vertical y servicios, y cerrado por una piel de vidrio. Sin embargo, en condiciones normales, contiene elementos de tabiquería que varían con las distintas exposiciones y que limitan esa continuidad visual.

El acceso al edificio se da por el nivel superior, que funciona como atrio, donde además se muestran las exposiciones temporales.

La iluminación cobra gran protagonismo en estos espacios. La luz natural ingresa por los muros de cristal y se refleja en el brillante pavimento negro pulido. El techo, construido con una trama de vigas metálicas oscuras, está decorado con largas filas de pantallas de LCD que transmiten continuamente patrones abstractos. La inusual iluminación de la sala prepara al visitante para lograr una nueva mirada sobre el arte que se expone en el interior. Al mismo tiempo, la simplicidad y rigurosidad geométrica del espacio rectangular transmiten una sensación de tranquilidad y serenidad, logrando un equilibrio.

Las salas de exposición principales donde se encuentra la colección permanente, se sitúan en un nivel más bajo que la calle, en la plataforma enterrada. En la parte trasera, las salas están cerradas con una piel de vidrio frente a un jardín de esculturas.

La estructura, sostenida por 8 apoyos cruciformes en su perímetro, 2 en cada lado, con las esquinas en voladizo, soporta una gran cubierta cuadrada de 64,8 m de longitud. La cubierta está formada por una trama de vigas de acero.

El uso de los materiales es un tema clave es la construcción del edificio. Acero y cristal destacan en la obra. Toda la estructura es de acero, trabajado con absoluta nobleza, logrando que los elementos dejen de ser algo meramente constructivo para convertirse en algo superior. El cerramiento es de vidrio, con montantes de acero inoxidable.

En el exterior se exponen grandes esculturas de Calder y Henry Moore.

La galería es visitada por más de 100.000 personas anualmente.