domingo, 31 de octubre de 2010

ACADEMIA DE LAS CIENCIAS

ACADEMIA DE LAS CIENCIAS DE CALIFORNIA
ARQUITECTO: Renzo Piano
LUGAR: USA, California, San Francisco
FECHA: 2008

La Academia de las Ciencias de California, situada en la ciudad San Francisco, es un elegante e innovador edificio diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano, que debido a sus características, es considerado por la crítica especializada, como el museo más ecológico del mundo.

Este edificio se ha reconstruido en el emplazamiento original de La Academia de las Ciencias de California que fue construido el año 1934.

Se caracteriza por su elegancia, sencillez, lo innovador de sus soluciones arquitectónicas, y por el empleo de la tecnología más reciente. Y fundamentalmente, por el respeto y cuidado de la ecología.

La intención de Piano en este proyecto fue levantar un trozo del Golden Gate Park y meter un museo debajo para posteriormente cubrirlo con el paisaje. De esta forma, la Academia de Ciencias (que alberga a treinta y ocho mil animales vivos), fue resuelta a partir de una estructura de acero sobre la que descansa un techo ondulado de diez mil metros cuadrados cubierto totalmente de pasto, plantas y flores propias del lugar, lo que provoca que el edificio de la impresión de haber crecido de manera natural sobre el terreno.

La cubierta ondulada del edificio, que simula las siete colinas de San Francisco, tiene múltiples funciones; entre ellas la aislante térmica, lo que reduce la utilización de aire acondicionado.

El jardín que descansa sobre la cubierta, está estructurado en torno a una red de piedras colocadas sobre una malla metálica que permite que el agua se drene para recolectarla y reutilizarla para las áreas verdes y en algunas áreas ubicadas en el interior del museo.

La inclinación de las "pequeñas colinas" hace que el aire circule directamente hacia el patio ubicado al centro del proyecto. Esto, permite que la temperatura (que por lo general en esta zona es muy cálida), en el interior siempre sea confortable. De esta manera, sólo es necesario el uso del aire acondicionado en una pequeña parte del edificio.

Los siete montículos, presenta unas curvas que además de simular colinas naturales permiten diferenciar desde el exterior los diversos espacios en que contiene el edificio: un centro de investigación, un acuario, un planetario y un aviario, además de las salas del museo, dos restaurantes, un cine de tercera dimensión, una terraza y una tienda.

Una plaza de cristal con paredes transparentes de doce metros de altura, es el vestíbulo general que se ubica entre dos grandes cúpulas. Una de ellas alberga en su interior el planetario y la otra un bosque tropical, en donde se encuentran cientos de pájaros y mariposas que vuelan debajo de la cubierta de vidrio transparente. Dentro de este espacio se encuentra también un enorme esqueleto de ballena que cuelga sobre la sala, donde se pueden ver diversas especies animales amenazadas por el cambio climático.

En la parte baja del edificio se encuentra una sala destinada al mundo marino. Allí se encuentra el mayor arrecife de coral construído en cautiverio y un estanque que alberga alrededor de dos mil especies de peces.

La Academia de Ciencias de California es un edificio ecológico, y cuenta con soluciones como compuertas y cortinillas, ubicadas muchas de ellas sobre la cubierta, que se abren y cierran según las necesidades del interior por medio de un sofisticado sistema computarizado. Esta solución permite que el edificio siempre tenga una temperatura y humedad óptimas.

El concepto de reciclaje fue una pieza clave en el diseño y en la selección de materiales, por ejemplo, como aislante térmico para los muros se utilizaron pantalones vaqueros reciclados.

Otro ejemplo es que por lo menos el noventa por ciento de los espacios al interior del museo cuentan con luz natural, lo que reduce enormemente el gasto de energía electríca. Además, el museo cuenta sesenta mil células fotovoltaicas, con las que el edificio generará un quince por ciento de la energía eléctrica que consume.

Se calcula que el edificio que alberga el museo, logrará disminuir los costos por consumo de energía entre un veinte y un treinta por ciento. Este ahorro se debe en gran parte a los vidrios alemanes utilizados en las fachadas que permiten calentar o enfriar el ambiente dependiendo de la época del año.

Este compromiso por la sostenibilidad va desde las instalaciones , a los carriles bicicleta, las estaciones de vehículos recargables y los paneles de energía solar del techo.

Estas estrategias de diseño sustentable incluyen, entre otras cosas, que los materiales de la demolición del edificio existente fueron completamente reciclados, se usó acero reciclado en la nueva construcción, la distribución de los lucernarios de la cubierta verde se realizó por medio de modelación computacional para un aprovechamiento óptimo de la iluminación natural de acuerdo al programa de recintos, y se diseñó con criterios de regulación pasiva de temperatura y ventilación. Probablemente el elemento más llamativo de este nuevo edificio ecológicamente sustentable, es su techo verde ondulado, plantado con vegetación nativa.

Este techo, mas allá de ser un elemento decorativo, permite capturar las aguas lluvia, da aislación térmica al edificio y provee una superficie de una hectárea como ecosistema para colibríes e insectos del área. Este techo esta rodeado en su perímetro de 60.000 células fotovoltaicas para la generación de energía. El agua que se ocupa en el edificio es tomada desde el mar, filtrada con sistemas naturales y usada en el edificio, para finalmente ser reutilizada para la red sanitaria.

Una consideración importante, radica en el hecho de que el edificio y sus tanques están ubicados en una zona sísmica y, por consiguiente, debieron ser diseñados a prueba de terremotos.